El Monasterio Santo de la Virgen Anafonitria está hecho dentro de un vasto pinar en el noroeste de Zakynthos. Es un lugar de culto para miles de visitantes cada año por dos razones. La primera es que la imagen de la Virgen María vino milagrosamente de Constantinopla y el segundo porque está ligado a la vida de San Dionysios, patrón de la isla. Después de la caída de 1453 un barco comercial que escapó de Constantinopla naufragó en la costa salvaje al oeste de Zakynthos.
Los pastores de la región observaron por la noche, abajo en la montaña, un brillo misterioso que iluminaba toda la región. Cuando fueron allí por la mañana, junto con sacerdotes, encontraron en una cueva la imagen de la Virgen.
Los señores de la isla con el tiempo establecieron cerca del pueblo un monasterio en su honor. Cuando transportaban la imagen al monasterio ella repetidamente desaparecía y pues la encontraban en la cueva inicialmente descubierta. Al final construyeron una capilla en ese punto llamandolo Morada (Casa de Dios). Desde entonces ha permanecido en el monasterio y en recuerdo del evento cada lunes de Pascua los habitantes llevan la imagen en ese punto, donde tiene lugar una fiesta.
La imagen sagrada de Anafonitria ha sido llevada en ocasiones a Constantinopla y a otros pueblos en temporadas de sequía, donde permanecía hasta que el día llovió.
En cuanto a San Dionysios, patrón de la isla, vivió aquí como Abad en el siglo XVI y es esta abadía en la que conoció al asesino de su hermano y le perdonó demostrando amor.
El Santo Monasterio de La Virgen Anafonitria no tiene monjes y lo cuida el sacerdote de la parroquia y el pueblo. Celebra en la Asunción y el primer domingo después de la memoria del traslado de las reliquias de San Dionysios (24 de agosto).